Federico García Lorca
Sorpresa
Muerto se quedó en la calle
Con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.
¡Como temblaba el farol!
Madre.
¡Como temblava el farolito
de la calle!
Era madrugada. Nadie
pudo asomarse a sus hojos
abiertos al duro aire.
Que muerto se quedó en la calle
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.
Sem comentários:
Enviar um comentário